Acerca de las dislipidemias...

 

¿Qué es?

La dislipidemia (o dislipemia) es una concentración elevada de lípidos (colesterol, triglicéridos o ambos) o una concentración baja de colesterol rico en lipoproteínas (HDL) en la sangre.


Clasificación.

La clásica clasificación de Fredrickson divide a las hiperlipidemias en seis grupos según los patrones de aumento de lípidos y de lipoproteínas: I, IIa, IIb, III, IV y V.



Una clasificación más práctica distribuye las dislipidemias en dos grupos, primarias o secundarias. Las dislipidemias primarias responden a mutaciones genéticas (cambios en la secuencia de bases nitrogenadas del ADN) y se sospechan cuando se producen signos de dislipidemia en niños, en enfermedades ateroscleróticas prematuras (en menores de 60 años) y con niveles de colesterol en sangre por encima de 6,2 mmol/L.

Las dislipidemias secundarias constituyen la mayoría de los casos de dislipidemia en adultos. La causa más frecuente es el estilo de vida sedentario con ingesta elevada de grasas saturadas  y colesterol; otras causas son la DM-2, el consumo excesivo de alcohol, la insuficiencia renal crónica, el hipotiroidismo, la cirrosis hepática primaria y algunos fármacos como las tiacidas, los â bloqueantes, retinoides, antirretrovirales, estrógenos, progestágenos y glucocorticoides.


Lípidos en la sangre.

COLESTEROL…

El colesterol es un lípido que se encuentra en la membrana plasmática eucariota, los tejidos corporales de todos los animales y en el plasma sanguíneo de los vertebrados. Pese a que las cifras elevadas de colesterol en la sangre tienen consecuencias perjudiciales para la salud, es una sustancia estructural esencial para la membrana plasmática, ya que regula la entrada y salida de sustancias en la célula. El valor normal de colesterol es= -200mg/dL

HDL…

 es el colesterol bueno ya que toma el colesterol que se encuentra en el torrente sanguíneo y lo lleva al hígado donde es eliminado a través de la bilis. El valor optimo es de +60mg/dL

LDL…

 es el colesterol malo, transporta el colesterol del hígado a los tejidos, el exceso se acumula en la sangre. El valor normal=-100mg/dL.

VLDL… 

transporta los triglicéridos del hígado a los tejidos.

TRIGLICERIDOS… 

Son compuestos lipídicos que en exceso pueden encontrarse libres por el torrente sanguíneo. Un consumo excesivo de hidratos de carbono simple puede desencadenar un elevación en los niveles de triglicéridos. El nivel normal=150mg/dL



Diagnostico.

Para diagnosticar debe hacer presencia el perfil lipídico en el suero (concentración medida de colesterol total, TG, colesterol HDL y concentraciones calculadas de colesterol LDL y VLDL)

La dislipidemia debe sospecharse en pacientes con hallazgos característicos en el examen físico o con complicaciones de la dislipidemia (p. ej., enfermedad aterosclerótica).

Se sospechan trastornos lipídicos primarios cuando los pacientes tienen:

  • ·         Signos físicos de dislipidemia.
  • ·         Inicio de enfermedad aterosclerótica prematura (< 60 años).
  • ·         Antecedentes familiares de enfermedad aterosclerótica.
  • ·         Colesterol sérico > 240 mg/dL (> 6,2 mmol/L).

La dislipidemia se diagnostica midiendo la lipidemia. Las concentraciones evaluadas en forma sistemática (perfil lipídico) incluyen colesterol total (CT), TG, colesterol HDL y LDL.


Causas

Causas primarias

Las causas primarias son mutaciones de genes únicos o múltiples que conducen a la hiperproducción o la eliminación defectuosa de triglicéridos y colesterol LDL o a la producción deficiente o a la producción insuficiente o a la eliminación excesiva de colesterol HDL (véase tabla Dislipidemias genéticas [primarias]). Los nombres de muchos de estos trastornos primarios reflejan una nomenclatura antigua, en la cual las lipoproteínas se detectaban y se identificaban en función de su separación en bandas alfa (HDL) y beta (LDL) en los geles de electroforesis.

Causas secundarias

Las causas secundarias contribuyen al desarrollo de muchos casos de dislipidemia en adultos.

La causa secundaria más importante de dislipidemia en los países desarrollados es

Estilo de vida sedentario con ingesta excesiva de calorías totales, grasas saturadas, colesterol y grasas trans

Estas últimas son ácidos grasos poliinsaturados o monoinsaturados con átomos de hidrógeno agregados que se usan en algunos alimentos procesados y son tan aterogénicos como las grasas saturadas.

Otras causas secundarias frecuentes de dislipidemia incluyen

  • ·         Diabetes mellitus
  • ·         Consumo excesivo de alcohol
  • ·         Enfermedad renal crónica
  • ·         Hipotiroidismo
  • ·         La cirrosis biliar primaria y otras enfermedades colestásicas del hígado
  • ·         Ciertos fármacos, como tiazidas, beta-bloqueantes, retinoides, antirretrovirales de gran actividad, ciclosporina, tacrolimús, estrógenos, progestágenos y glucocorticoides

Las causas secundarias de bajos niveles de colesterol HDL incluyen el tabaquismo, los esteroides anabólicos, la infección por HIV y el síndrome nefrótico.

       



Diabetes como factor.

La diabetes es una causa secundaria importante porque los pacientes tienden a presentar una combinación aterogénica de concentraciones elevadas de TG y LDL pequeñas densas y concentraciones bajas de HDL (dislipidemia diabética, hipertrigliceridemia con hiperapo-B). Los pacientes con diabetes tipo 2 presentan un riesgo más elevado. La combinación puede deberse a la obesidad o a una diabetes poco controlada, que pueden aumentar las concentraciones de ácidos grasos libres (AGL) circulantes, lo que a su vez promueve la síntesis hepática de lipoproteína de muy baja densidad (VLDL). Luego, las VLDL ricas en TG transfieren los TG y el colesterol a las LDL y las HDL, lo que promueve la formación de LDL pequeñas densas ricas en TG y la eliminación de HDL ricas en TG. La dislipidemia diabética suele exacerbarse cuando se ingiere gran cantidad de calorías y ante la inactividad física que caracteriza el estilo de vida de algunos pacientes con diabetes tipo 2. Las mujeres con diabetes pueden presentar un riesgo más alto de cardiopatía como resultado de esta forma de dislipidemia.

 

Tratamiento farmacológico.

En pacientes con dislipidemia, las modificaciones del estilo de vida son indispensables; sin embargo, pueden resultar insuficientes para alcanzar las concentraciones deseados de lípidos de acuerdo al nivel de riesgo cardiovascular y por lo tanto, el tratamiento farmacológico es necesario.

El tratamiento farmacológico de la dislipidemia desempeña un papel decisivo en el tratamiento del riesgo cardiovascular, mejorando el perfil de lípidos, retardando la progresión de la aterosclerosis, estabilizando placas propensas a la ruptura, disminuyendo el riesgo de trombosis arterial y mejorando el pronóstico cardiovascular.

 Los medicamentos empleados en el tratamiento de las dislipidemias son:

  • ·         Estatinas (inhibidores de la HMG CoA reductasa).
  • ·         Secuestrantes de ácidos biliares.
  • ·         ácido grasos omega-3.

Estatinas: su mecanismo de acción es inhibir de manera competitiva la HMG-CoA reductasa, bloqueando la conversión de ésta en mevalonato, un paso decisivo temprano en la biosíntesis del colesterol hepático. Al reducir la producción de colesterol intracelular en el hígado, las estatinas aumentan la actividad del receptor LDL hepático y facilitan la depuración de LDL de la circulación.

 Secuestrantes de ácidos biliares: Éstas son resinas de intercambio aniónico, utilizados principalmente como adyuvantes al tratamiento con estatinas para pacientes que requieren más reducción en el colesterol LDL, colestiramina y colestipol; el más reciente es el colesevelam, es bien tolerado y constituye una opción como monoterapia para el descenso leve o moderado aislado en colesterol LDL

Ácidos grasos omega 3: dosis altas de ácidos grasos omega 3 disminuyen la producción de VLDL, posiblemente porque DHA y EPA no son metabolizados eficazmente por las enzimas implicadas en la síntesis de triglicéridos.

 

Tratamiento nutricional.

Se debe consumir menos de 7% a 8% de las calorías en forma de grasas saturadas, aumentar el consumo de grasas monoinsaturadas y bajar el consumo de colesterol a menos de 200 mg al día. Antes, en la fase 1 se hablaba de menos de 300 mg, pero hoy, en forma definitiva, se habla de menos de 200.

También es necesario incrementar el consumo de fibra de 10 gr a 25 gr al día, ya que la fibra reduce el índice glicémico de la dieta, lo que mejoraría también el síndrome de resistencia insulínica. La fibra soluble es la que tiene el mayor efecto metabólico; por una parte obstaculiza la circulación enterohepática de las sales biliares, con lo que el organismo debe utilizar colesterol para formar más de dichas sales, y, por otra parte, por su consistencia de tipo gel, aumenta el espesor de la capa de agua que no se agita en el intestino y obstaculiza la absorción de la glucosa en el síndrome metabólico.

Se debe reducir o evitar el consumo de alcohol, ya que participa en la producción de triglicéridos. Se pueden observar reducciones muy importantes de triglicéridos, en 30 días, en consumidores de alcohol que reducen el consumo a cero.

Se recomienda también controlar la ingesta de ácidos grasos trans y aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3.

Frente a un síndrome metabólico, se debe evaluar la resistencia a la insulina y estimular la actividad física regular y programada.


Ateroesclerosis.

Acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias.

Acumulación de la placa de ateroma en las paredes de las arterias que ocasiona la obstrucción de la irrigación sanguínea. Las placas pueden desprenderse y provocar la oclusión aguda de la arteria mediante un coágulo.

A menudo, la aterosclerosis no presenta síntomas, hasta que la placa se desprende o la acumulación es lo suficientemente grave como para obstruir la irrigación sanguínea.

Una dieta saludable y el ejercicio pueden ser de ayuda. Los tratamientos incluyen medicamentos, procedimientos para abrir las arterias obstruidas y cirugía.




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